Sin dudas algunas, la Bacanal de la Grasa se ha convertido con el tiempo en el principal acontecimiento de los Carnavales de Zafra. Una celebración que tiene lugar en las Plaza Grande y Plaza Chica durante el Domingo de Carnaval y que congrega a cientos de personas que durante todo un día dan debida cuenta de los más exquisitos manjares del cerdo ibérico.
Todo un día festivo que se ha convertido con el tiempo en el día grande del Carnaval de Zafra y a la que algunos ya la consideran como una de las fiestas más peculiares de Extremadura.
Orígenes de la Bacanal de la Grasa
La Bacanal de la Grasa nació casi por casualidad cuando hace unos años un grupo de amigos, casi todos miembros de la Asociación Cultural La Esperancita, asociación que se encarga de organizar la tradicional «Velá de la Esperancita», tuvieron la acertada idea de dedicar un día del Carnaval de Zafra a despedir como se debía a «Don Carnal» antes de que «Doña Cuaresma» impusiera su ley.

Para ello, se reunieron en el entorno de la Plaza Grande y Plaza Chica, en concreto en el local que sirve de improvisada capilla para «San Guarrín» para pasar un día de fiesta al más puro estilo campero: barbacoa, carnes y vinos.
Muy pronto la idea caló entre los vecinos de Zafra que poco a poco fueron acudiendo cada domingo de Carnaval a las plazas para celebrar una peculiar concentración que desde las primeras ediciones se conoció con el nombre de Bacanal de la Grasa.
El Día grande del Carnaval de Zafra
La Bacanal de la Grasa se ha convertido por merecimiento propio en el principal acto festivo de un Carnaval de Zafra que ha sufrido distintos altibajos a lo largo de su historia, pero que ha mantenido la Bacanal de la Grasa como la celebración más concurrida, llegando a ser con el tiempo lo que es hoy en día.
Desde muy temprano, los vecinos de Zafra acuden la Plaza Chica y Plaza Grande con sus aperos, barbacoas y utensilios ocupando los distintos espacios habilitados entorno a las plazas hasta abarrotarlas, donde ponen en marcha toda la parafernalia propia del acontecimiento.
Chacinas, carnes y embutidos cuelgan de improvisados colgaderos habilitados entre las centenarias columnas de las plazas mientras estas se van llenando, no solo de personas sino también del olor y el ambiente típico de un día de campo.
Es a medio día cuando la Bacanal de la Grasa alcanza su momento de máxima animación. Con unas plazas abarrotadas de vecinos y visitantes, y con la peculiar animación de una charanga que no para de hacer bailar a todo el mundo que desde bien temprano llena las plazas.

Otro de los momentos más divertidos y esperados de la Bacanal de la Grasa se produce a media tarde. Cuando los cuerpos ya se han saciado gracias a las exquisitas carnes y vinos, se produce la procesión de «San Guarrín», una divertida figura que representa a un cerdito vestido de faralaes y que es paseado en procesión por los miembros organizadores de la Bacanal de la Grasa a lo largo y ancho de las Plaza Grande y Plaza Chica, al ritmo que marca la música de la charanga y acompañado por cientos de «fieles» en procesión.
La Bacanal de la Grasa ha ido evolucionando en el tiempo desde sus primeras ediciones. Se ha ido mejorando los espacios destinados a las barbacoas, la limpieza y se introdujo la figura de «San Guarrín».